jueves, 22 de enero de 2009

El Réquiem de Mozart


La última entrada del blog de mi admirado Panta me ha dado la idea para una nueva entrada en mi blog, que por cierto últimamente lo tengo bastante abandonado, por falta de tiempo y por perrería mental ( para que nos vamos a engañar ) .
No sé si vosotros teneis alguna pieza musical que haya resultado fundamental en vuestras vidas, bien pq siempre ha estado presente o bien pq al escucharla os trae recuerdos, gratos o no gratos, pero os revuelve algo en vuestro interior. Yo sí tengo una, el Réquiem de Mozart.
Recuerdo cuando mi madre estaba agonizando en el hospital y mis hermanos y yo estábamos en los pasillos esperando que nos dieran la noticia de que todo había acabado. Yo me pasaba las horas escuchando el Réquiem. Me hacía sentir bien, me relajaba y hacía que me olvidara del marrón que tenía encima y de lo que me iba a venir. En una ocasión mi hermana se acercó a mi y me preguntó ¿ Qué escuchas ? y le dije El Réquiem de Mozart. Se quedó mirándome con cara de alucinada y me soltó ¡ Agorera !. No era el momento, ni la situación la más propicia pero a mi aquello me hizo mucha gracia y me puse a reir. Me volvió a mirar y me dijo : Encima de agorera, imbecil... y a mi me entró más risa. Intenté explicarle que no era agorera, entre otras cosas pq ya sabíamos lo que iba a ocurrir sino que lo escuchaba pq me hacía sentir bien. Era la música lo que me causaba esa sensación daba igual lo que fuera, si hubiera sido una sardana lo mismo me hubiera valido, pero lo que me calmaba era esa pieza. No lo entendió. Pero bueno, tampoco hay que darle mayor importancia pues mi hermana era un poco especial. Cuando ella falleció ni se me ocurrió escuchar el Réquiem, me entraba risa de pensar que si estuviera viva me diría agorera, imbécil y además ahora gilipollas.
Además de estos momentos con el tiempo vinieron otros.
Siempre que me he sentido muy agobiada por una situación, me he encerrado en una habitación a oscuras , he puesto el volumen a tope y me he colocado el Réquiem. Cuando salía de allí nada había cambiado pero yo me sentía mejor. Esto mismo aún lo sigo haciendo cuando mi santo (Hitos dixit ) y yo tenemos alguna de esas broncas monumentales que se suelen tener con los santos.
En otra ocasión, con uno de mis ex ( esto puede dar pie a que esta tarde me toque encerrarme en mi habitación a escuchar el Réquiem, a mi santo no le gusta que hable de mis ex aquí. Bueno ni aquí ni en ningún sitio, no le gusta y punto...) también pasé una tarde para recordar con el Réquiem de fondo ( tb me ha ocurrido esto con el Adagio de Albinoni, probarlo y vereis ). Además de eso me llevé de la relación un disco del Réquiem que me regaló cuando rompimos ( es una forma de que te recuerden y además el muy retorcido estoy segura que lo hizo con esa intención).
Y ya últimamente el dichoso Réquiem me está viniendo muy bien con mi hija. Desde que supe que estaba embarazada todas las mañanas mientras desayunaba ( entonces no conocía aún a Panta que es quién ameniza mis desayunos ahora ) le ponía el Réquiem para que lo escuchara, por aquello de que la música clásica calma a los fetos y los hace más inteligentes... No sé si por haberlo escuchado tanto o por que a la monstruita le gusta esa música , lo cierto es que cuando era bebé chiquitín ( me refiero a cuando tenía poquitos meses, pues ahora es bebé grandecín, tiene 20 meses ) cuando se ponía muy latosa y no sabía qué le pasaba, la acostaba en su carro y le cascaba el Réquiem y la tía se quedaba quieta y callada hasta que se dormía. Ahora ya no se queda quieta ( lo único que la mantiene quieta ahora es San Pocoyó ) pero cuando termina aplaude y se rie. Y a mi me sigue produciendo esa sensación tan agradable.

Bueno, pues eso es todo amigos.
Aquí tienes material para sacar punta Panta y gracias por la sugerencia.
Probar lo de Albinoni.
Helenita antes del Réquiem
Helenita después del Réquiem